“España se halla inmersa en una crisis de su naturaleza”

“Segunda transición: ¿crisis de régimen o crisis de Estado?”. Esa fue la cuestión que trataron de responder Carles Riera (CIEMEN) y Alba Nogueira (Galiza Sempre) en la casa de cultura Clara Campoamor de Barakaldo, dirigidos por el periodista Iker Bizkarguenaga. También se esperaba al director de Iratzar Fundazioa, Floren Aoiz, pero debido a contratiempos de última hora, no pudo asistir. Tras unas breves explicaciones, surgió un interesantísimo debate compartido con las cien personas que asistieron al acto.
Carles Riera inició su intervención explicando las conclusiones. “Habiéndose planteado la pregunta inicial, os voy a dar la respuesta desde el principio: España padece las dos crisis”. En esa misma línea conversaron ambos ponentes.
Alba Nogueira fue la primera en presentar sus tesis. Explicó los duros procesos de recentralización que se están dando tanto en la Unión Europea como en el Estado español. A la vista de dichos procesos, concluyó que, desde que comenzó la crisis, la única movilización que ha puesto en entredicho las estructuras y la identidad del Estado ha sido el proceso de Catalunya. “El resto de movilizaciones, ya sea el 15M o las mareas posteriores, no han sido suficientes para poner en jaque al Estado”.
En el turno de preguntas, respondió lo siguiente a una cuestión planteada por Bizkarguenaga: “Los ciudadanos y ciudadanas pueden estar dispuestas a aceptar el proceso de recentralización o nuevos mecanismos de represión, a cambio de mejorar un poco sus condiciones de vida”. Añadió que se encuentran “noqueados/as” ante la grave situación económica. “Se están aceptando el retroceso democrático y el autoritarismo. La respuesta que están recibiendo la Ley Mordaza y la represión está siendo moderada”.
Según Nogueira, en el futuro será más difícil subvertir esos retrocesos autoritarios. “Son instrumentos necesarios para instaurar el modelo social y económico que quieren imponer el PP y el PSOE”.
Tal y como se ha visto durante los años de crisis, el PP y el PSOE han sido “los campeones del neoliberalismo”, según la gallega. Las grandes corporaciones y la Unión Europea creen que hay que eliminar fronteras, tanto entre los Estados como en el interior de los Estados. “Por eso están inmersos en la cruzada de la recentralización. Para dar estabilidad al modelo económico y destruir los limitados autogobiernos”.
En cambio, a fin de respuesta a los problemas locales, Nogueira cree que se necesitan gobiernos cercanos. Los cupos de pesca, la leyes sobre la agricultura y la ganadería y otros asuntos tienen que estar sobre la mesa de negociación, según las necesidades del tejido productivo de Galiza. “La falta de soberanía en Galiza está destruyendo la red productiva. Evitar la prohibición de las redes tradicionales de pesca lo ha conseguido Josu Juaristi, en vez de hacerlo Rajoy”.
Por consiguiente, esto demuestra, en su opinión, que “los asuntos de comer” también son un problema nacional, en la medida en que son consecuencia de tener más o menos soberanía.
España es un Estado fallido
Según explicó Riera, las funciones del Estado democrático consisten en satisfacer las necesidades de los ciudadanos y ciudadanas y poseer la capacidad de solucionar los problemas internos de una forma democrática. Sin embargo, España se halla “inmersa en un tremendo retroceso democrático”, ya que no es capaz de dar respuesta ni a uno ni a otro. “España es un Estado fallido”.
Tal y como explicó el catalán, existen cuatro elementos globales de crisis dentro de lo que define como “una crisis de civilización”: la crisis democrática y política, la crisis del capitalismo, la crisis del modelo de desarrollo y la crisis del Estado-nación.
El estado español reproduce dichas crisis de una forma particular, “porque se encuentra en un constante retroceso democrático, en favor de las élites, añadiendo mecanismo represivos, y porque no es capaz de responder a las necesidades de las ciudadanas y ciudadanos”.
Por otra parte, como estado-nación, tal y como ha dejado al descubierto el proceso de Catalunya, padece “una crisis de su naturaleza”. En opinión de Riera, “España es un Estado imperialista y es eso lo que está en crisis, ya que nosotros/as somos sus últimas colonias”.
Sin embargo, adolece también de una crisis de régimen, ya que el supuesto régimen democrático establecido en el 78, en vez de haber profundizado en él, está sufriendo un retroceso sin parangón. “La soberanía de España se encuentra más cuestionada que nunca. No hay que olvidar que el pacto del 78 también es un pacto que se consensuó con las élites, las cuales están hundiendo al Estado mediante las recetas económicas que están imponiendo”.
La manera de hacer frente a esto es que los pueblos avancen por otra vía global. Que se suban a ola de alternativas a favor de la soberanía y la independencia. “Ahí está Grecia y ahí estamos nosotros y nosotras”. Debemos hacer frente al ataque no solo desde las instituciones, si no también en el espacio público, mediante movilizaciones populares”, afirmó el catalán, y solamente es posible avanzar con planteamientos radicales. “No es suficiente profundizar en el autogobierno y conformarse con recetas socialdemócratas”.
Por lo tanto, tal y como defendió en Iruñea, “debemos comenzar los procesos de desconexión. Debemos irnos de Estado español. Esa es nuestra primera contribución en la democratización. Y debemos hacerlo unilateralmente”. En opinión de Riera, “los procesos independentistas son la mejor herramienta y oportunidad para hacer frente a las crisis y construir nuevos modelos. Porque, ¿qué mejor para ello que la hoja en blanco que supone un nuevo Estado?
Así, dichos procesos deben valer para reinventar la democracia, los modelos sociales, los de organización, etcétera.
Regeneracionismo vs. independentismo
En el turno de preguntas, Bizkarguenaga le planteó una cuestión muy directa: “¿La propuesta regeneracionista que puede traer la nueva izquierda española podría atraer a gente que ha estado implicada en el proceso independentista porque le parece más practico?” Igual de directa fue la respuesta de aquel: “¡Por supuesto!”.
En opinión de Riera, está claro que con cerrazón los españoles/as no ganarán nada. En cambio, la “cara B” del nacionalismo español sí. Vienen con un mensaje principal: “Lo importante es la crisis social y esto debemos hacerlo juntos”. Afirmó que ya están diciendo que el proceso independentista debe pasar a un segundo plano. Pero ha defendido que desde el independentismo debemos demostrar una actitud firme. “No vamos a dejar de lado el proceso independentista, porque ese es el proceso que debe dar solución a los problemas sociales. Son las clases populares las que pueden desbordar el marco actual”.
También dijo que tratarán de construir un Estado español más agradable, “eso es bueno para España, perfecto, pero no para nosotras y nosotros. ¿Que harán frente a los problemas sociales de manera más democrática? De acuerdo. ¿Que profundizarán en la democracia? Fantástico, bienvenido sea. Pero mientras no respeten el derecho a la autodeterminación unilateral de los pueblos, realizarán una regeneración del estado, no una ruptura. Será más democrático, pero no democrático”.
Debemos romper la cartografía del enemigo
Una persona del público puso sobre la mesa la cuestión de los Paisos Catalans y la territorialidad. Según explicó Riera, su nación no es Catalunya, sino los Paisos Catalans. “Catalunya es un territorio autonómico de España. Esa es la cartografía del enemigo”. En opinión del miembro de CIEMEN, lo primero que dicen los cartógrafos/as es que los movimientos revolucionarios deben romper la cartografía del enemigo, porque la cartografía es consecuencia de la lucha política”.
Tal y como explicó, aunque el proceso independentista solo se desarrolle en el Principat, existen en otros ámbitos otras luchas que se encuentran más avanzadas. “En la lucha a favor del idioma propio, por ejemplo, el País Valenciá es pionero en este momento”.
Añadió que a favor de los Paisos Catalans solo luchan las clases populares, y que eso dice mucho. También afirmo que la derecha pretender mantener su status quo y que ello le resulta más fácil manteniendo la cartografía impuesta.
En opinión de Riera, el reto es favorecernos mutuamente, y, para ello, “deben diseñarse estrategias”.
Sin embargo, reconoció que el asunto provoca numerosas disputas y debates dentro del movimiento independentista. “Es un proceso complejo, con proyectos antagónicos. A veces se dan puntos de confluencia y otras veces puntos de conflicto. Los proyectos de CUP o de CIU no son semejantes, ni desde la perspectiva social ni desde la nacional”.