Erik Olin Wright

“Creo que mi obstinado intento de revitalizar la tradición marxista y hacerla más relevante para la justicia social y la transformación social actual se basa en una comprensión científicamente válida de cómo funciona realmente el mundo. Pero sin estar incrustado en un medio social donde esas ideas fueron debatidas y vinculadas de manera sensata y errónea a los movimientos sociales, nunca hubiera podido perseguir este conjunto particular de ideas.”
Erik Olin Wright, sociólogo de la Universidad de Wisconsin-Madison y ex presidente de American Sociological Association falleció el pasado 23 de enero, a los 72 años de edad. La obra que nos ha dejado es inmensa. Desde que en 1973 inició una investigación sobre las prisiones de EEUU, ha escrito y editado docenas de libros sobre las clases y el capitalismo. Después de Marx, Wright nos ha dejado algunos de los escritos más interesantes sobre ambas cuestiones.
Uno de los grandes ejes de sus trabajos ha sido el análisis de las clases sociales, buscando actualizar el concepto marxista de clase. Para Wright, la cuestión de las clases sociales se divide al menos en cuatro subcuestiones: estructura de clase, génesis histórica de las clases, lucha de clases y conciencia de clase. En opinión de Wright, el carácter de la estructura de clase es contradictorio. Por ejemplo, la clase media puede tener intereses contradictorios, que se corresponderían con los de diferentes clases sociales. Llamará a ese fenómeno “localización de clase contradictoria”. Según Wright, la lucha de clases compromete a actores heterogéneos, y no a clases asentadas y homogéneas. Por lo tanto, es un error tender a la polarización y a la simplificación de la estructura de clases y, en consecuencia, la cuestión de las alianzas de clase no es meramente táctica, también implica cierta concepción de lo que son las clases sociales.
Para Wright, la explotación es el mecanismo que está en la base de la estructura de clase de las sociedades capitalistas. Los intereses del explotador y los del explotado son contrapuestos, es decir, los ricos son ricos en la medida en que los pobres son pobres. Además, la explotación se basa en un principio de exclusión, según el cual el explotado está excluido de la posesión o del control de ciertos recursos y medios de producción importantes. Y, finalmente, la tercera característica de la explotación consiste en que los dueños de los medios de producción se apropian del producto del trabajo.
Frente al capitalismo, Wright defiende la utopía real del socialismo. Tras décadas de investigación escribió la obra Envisioning Real Utopias, en la cual defiende que las utopías reales son democráticas y basadas en la igualdad, afirmando que son alternativas del mundo real, que se pueden construir en el mundo y que pueden preconfigurar cómo puede ser el mundo. Wright apreciaba mucho el movimiento cooperativista de Arrasate, y lo consideraba un exponente para construir y preconfigurar un mundo distinto. En el libro Envisioning Real Utopias dedica un extenso fragmento a la experiencia de las cooperativas de Arrasate. El socialismo tiene que incluir la justicia social y, en contra de lo que sucede en las sociedades capitalistas, la justicia social tiene que garantizar la igualdad para que todos los seres humanos dispongan de los recursos necesarios para desarrollarse con dignidad. Además, para garantizar la justicia social es indispensable liberar al ser humano de todos los estigmas sociales: hay que superar el racismo, el sexismo y otras formas de opresión, para que los resultados que tenemos en la vida no se vean limitados. Por último, defenderá que el socialismo es compatible con los mercados, pero no con los modelos de mercado que eliminan la justicia social y política. Los mercados tienen que ser de pequeña escala, y quienes participan en ellos deben tener un poder limitado. Esa utopía real sería un estado socialista basado en el poder social y no tanto en el poder económico o estatal.
Desde Iratzar Fundazioa vamos a publicar uno de sus textos “Los puntos de la brújula” en euskera, que en breve tendremos el placer de leerlo.